Para saberlo es fundamental que conozcas algunos conceptos básicos que tipifican estas situaciones, consúltalos aquí.

 

Adicionalmente, cuando estamos viviendo situaciones de maltrato, acoso, abuso o agresión, sufrimos afectaciones físicas y emocionales que se manifiestan a través de señales, las cuales debemos ejercitarnos en identificar.

 

Presta atención a tu cuerpo, porque suele hablar a través de latidos fuertes, sudoraciones atípicas, temblores, enrojecimientos en la piel o dolores injustificados. Observa tus emociones y su origen, que puede estar relacionado con conductas que recibes de otras personas.

 

Para analizar el nivel de impacto de esas situaciones, puedes imprimir y llevar un registro de auto-observación. Si a lo largo de algunos días, identificas afectaciones negativas en tus actividades cotidianas, tu tranquilidad o tus relaciones, podrías estar en riesgo.